Localización vs Transcreación

localización vs transcreación

Habitualmente nos encontramos con dudas respecto la diferencias entre la transcreación y la localización. En artículos anteriores, hemos hablado sobre estos dos conceptos relativamente nuevos en el sector de la traducción, como son la localización y la transcreación. Ambas metodologías son claves en la estrategia de internacionalización de una empresa, pero existe cierta confusión a la hora de diferenciarlas. Saber discernir entre cuando optar por una u otra puede ayudar a una marca a mejorar sus ventas en otros países, y mejorar su nivel de aceptación en mercados extranjeros con marcadas diferencias culturales. Hoy vamos a aclarar tus dudas y a contarte la diferencia entre la localización y la transcreación.

Antes de empezar, definamos los conceptos: Localización y Transcreación

Es difícil saber cuándo utilizar una metodología u otra sin tener claro los matices de cada una de ellas, pero, antes de tratar las diferencias entre estos dos tipos de traducción, debemos conocer las definiciones de cada concepto. Déjanos refrescarte la memoria:

¿Qué es la localización?

Podríamos definir el término localización como “el proceso de modificar productos o servicios que tiene en cuenta la diferencia entre diferentes mercados”, es decir que este proceso va más allá de la conversión lingüística palabra por palabra y busca adaptar los contenidos y hacerlos apropiados culturalmente para un mercado específico. El resultado de una localización es un mensaje expresado como si lo hubiera planteado un lugareño.

¿Qué es la transcreación?

Si analizamos el concepto, vemos que el prefijo trans significa “más allá de”, “a través de” o “cambio”. Aplicado a la traducción, podríamos decir que se hace más que una traducción literal de palabras hacia el idioma destino, ya que añade un proceso creativo. Al tratarse de una traducción creativa, el traductor dispone de mucha más libertad para alejarse del texto original y crear un texto nuevo capaz de impactar de la misma manera en el nuevo receptor.

Transcreación vs Localización

Viendo las definiciones de ambos términos está claro que se trata de dos tipos de traducción muy similares, pero hay algunos detalles que son clave a la hora de diferenciarlos. El primero es que, en la localización, el significado del contenido permanece igual que el original, pero la traducción busca que el lenguaje se adapte culturalmente al receptor. En cambio, en la transcreación puede variar el significado del contenido para adaptarse a los objetivos de negocio y comunicación de la marca, ya que se busca traducir conceptos, ideas, sentimientos y reacciones en el nuevo público.

Otra de las diferencias es que la transcreación tiene en cuenta aspectos como los juegos de palabras o la musicalidad de las frases, y muchas veces esto obliga a alejarse completamente del texto de origen para crear una nueva obra que evoque las mismas sensaciones en el idioma destino. La localización, en cambio, no tiene en cuenta estos aspectos y se centra en hacer que el nuevo contenido se adapte al nuevo mercado sin necesidad de ser tan creativo.

De la misma manera que se trata de servicios diferentes, también requiere de un perfil de traductor distinto. El traductor que se encargue de una localización debe ser un traductor profesional nativo y conocer muy bien el mercado para el que va a localizar el contenido de una marca. Esto le permitirá detectar posibles conflictos entre ambos idiomas y los adaptará a los aspectos culturales del nuevo público. En cambio, el traductor que afronte un trabajo de transcreación debe cumplir los mismos requisitos que el anterior y sumar una especialización en marketing o publicidad para poder enfrentarse a los retos creativos a los que va a enfrentarse. Es recomendable que conozca perfectamente la empresa o el producto para el cual está trabajando para ser capaz de tomar decisiones creativas importantes con el fin de que su mensaje impacte de la misma manera que impacta el original en el nuevo público objetivo. Para conseguir este nivel de conocimiento, la marca debe apoyarle y proporcionarle toda la información que necesite para que su trabajo sea efectivo.

¿Cuándo se utiliza la localización?

Cualquier idioma se puede traducir y localizar, pero este tipo de traducción tiene más sentido entre idiomas de países que son culturalmente diferentes. Por eso existe una tendencia a localizar hacia lenguas FIGS (francés, italiano, alemán y español) por su popularidad, pero empieza a crecer la necesidad de hacerlo hacia las lenguas CJK (chino, japonés, coreano), ya que el mercado asiático es uno de los mercados emergentes con más potencial.

La localización se utiliza generalmente para adaptar páginas web, e-commerce o aplicaciones móviles, donde se adaptan los contenidos y productos ofrecidos al idioma del nuevo mercado y se trabaja para mejorar el SEO Internacional y conseguir que los clientes extranjeros encuentren la marca o producto con las búsquedas orgánicas habituales. Mango tuvo su propio escándalo en Francia por no localizar su tienda online, y decidió vender una colección de pulseras “esclavas” sin informarse de cómo se referían a ella en el país galo.

La localización también está muy presente en el sector de los videojuegos, tanto en los diálogos como en toda la estrategia de promoción. También en el sector audiovisual (imágenes, vídeos promocionales, doblajes o subtítulos) y en el mundo del software, que tiene que implementarse en países muy diferentes. Pero pese a las aplicaciones más lingüísticas también se pueden localizar el packaging de los productos o incluso la comida, como ha hecho McDonald’s para conquistar el mercado indio.

¿Cuándo se utiliza la transcreación?

Uno de los campos en donde hay más necesidad de aplicar la transcreación es la publicidad, ya que existe la necesidad de ir un paso más allá de la adaptación lingüística del texto y asegurarse de que el mensaje impacte de la misma manera y provoque las mismas sensaciones, independientemente de en qué lugar del mundo se reciba. Además, un mensaje creativo que funciona en un país puede llegar a ser ofensivo o perder el significado en otro idioma si se hace una traducción literal.

También se aplica la transcreación a importantes decisiones de marketing como el naming de los productos. Por ejemplo, la marca japonesa de automóviles Mitsubishi tuvo que cambiar el nombre de su modelo Pajero para el mercado de habla hispana, ya que coincidía con otra palabra en español de carácter sexual.

Finalmente, también es un tipo de traducción muy utilizado en cosas más cotidianas como la poesía, los libros o los títulos de muchas de las películas que se traducen en el sector audiovisual.

En ATLS podemos ofrecerte nuestros servicios de localización y transcreación, y ayudarte a que cualquier proyecto de traducción sea un éxito. Contacta con nosotros para más información.

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Escrito por ATLS

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